Os presentamos un artículo revolucionario en el campo de la anestesiología, publicado la semana pasada, el 22 de febrero de 2024 en Neurophotonics, por el Dr. Peng y colaboradores de la Universidad de Manitoba y la Escuela de Medicina de Harvard. Este estudio se centra en las vías de la nocicepción y el concepto de dolor, ofreciendo una estrategia innovadora para la monitorización de la nocicepción a través de la oxigenación cerebral, con hallazgos curiosos e interesantes que invitan a una reflexión y lectura profunda.
El artículo evalúa cómo la espectroscopia funcional cercana al infrarrojo (fNIRS) se podría perfilar como una herramienta prometedora que podría complementar signos vitales ya establecidos, como los del sistema cardiovascular y el sistema nervioso autónomo, incluyendo la frecuencia cardíaca, la variabilidad de la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la amplitud del pulso, la respiración, la conductancia de la piel y los reflejos pupilares, entre otros, así como parámetros del sistema nervioso central, como el electroencefalograma. Estos indicadores, fiables en la evaluación del estado nociceptivo del paciente, nos ofrecen una visión detallada de la respuesta autonómica y cerebral a la nocicepción y estrés quirúrgico, fundamentales para ajustar y Titular la analgesia, aspectos que exploraremos en futuras publicaciones y en las Jornadas de Anestesia Multimodal Madrid 2024.
Con una base fisiológica parecida a la resonancia magnética funcional (fMRI), la fNIRS es una técnica de neuroimagen no invasiva que, mediante luz cercana al infrarrojo (aproximadamente 690 a 850 nm), permite medir continuamente los cambios en la hemodinámica cortical, es decir, en las concentraciones de hemoglobina oxigenada (HbO) y desoxigenada (HbR). Este método podría evidenciar el aumento de vascularización y oxigenación en regiones corticales implicadas en el procesamiento y la percepción del dolor, como la corteza sensorial primaria y la corteza prefrontal. La integración de la fNIRS podría ofrecer un enfoque holístico para la monitorización de la nocicepción, aprovechando su capacidad para detectar de manera específica la actividad cortical asociada al dolor, en conjunto con una amplia gama de indicadores fisiológicos proporcionados por los otros métodos anteriormente planteados.
El artículo concluye proponiendo un algoritmo para evaluar el dolor y otras variables relacionadas en Tempo real, desde el preoperatorio hasta el postoperatorio, ofreciendo una visión general de cómo obtener mediciones del dolor y nocicepción en Tempo real en el quirófano.
En resumen, la combinación de estas tecnologías avanzadas señala el camino hacia una práctica anestésica más segura y centrada en el paciente, ampliando nuestro entendimiento en el ámbito de la monitorización de la nocicepción. Te invitamos a sumergirte en este fascinante ar-culo y a unirte a nosotros en las Jornadas de Anestesia Multimodal Madrid 2024, donde se discutirán este y otros avances. ¡Prepárate para un viaje al futuro de la monitorización de la nocicepción!